Itinerarios
Un Viaje Espiritual por Zushi
Pases de tránsito recomendados
Boleto de excursión a HayamaUbicada a lo largo de la bahía de Sagami, en la península de Miura, Zushi es una ciudad costera popular por sus playas, actividades marinas y hermosos parques. La pequeña ciudad también alberga una serie de templos y lugares espirituales donde encontrarás paz interior rodeado de naturaleza y mercado por la brisa del océano.
¡La proximidad de Zushi con Tokio lo convierte en un destino maravilloso para una excursión de un día! Desde la estación de Tokio, dirígete a la línea JR Yokosuka para tomar un tren directo a la estación de Zushi, lo que toma un poco más de una hora. Si sales desde Shinjuku o desde la estación de Shibuya, también puedes tomar la línea JR Shonan-Shinjuku hasta la estación de Zushi, lo cual también toma alrededor de una hora. En algunos casos, es posible que debas hacer transbordo a la línea JR Yokosuka en la Estación Ofuna para completar tu viaje a Zushi.
Con un día soleado dándome la bienvenida, comencé mi aventura en las cuevas de Mandarado Yagura.
Cuevas de Mandarado Yagura
Dado que las cuevas de Mandarado Yagura están ubicadas cerca de la frontera entre Zushi y Kamakura, yo tomé la línea JR Yokosuka desde la estación de Tokio hasta la estación de Kamakura, luego tomé un autobús local desde la estación hasta la parada de autobús Midorigaoka Iriguchi, en Zushi. Desde allí, las cuevas estaban a unos 11 minutos a pie. En total, el viaje duró alrededor de una hora y media.
Ubicadas en una exuberante ladera, las cuevas de Mandarado Yagura son una serie de tumbas de finales del siglo XIII construidas originalmente como lugares de descanso para la clase samurái. Hoy en día, se puede visitar este lugar inquietante pero tranquilo y observar docenas de monumentos de piedra dentro de las cuevas que conmemoran a quienes una vez fueron enterrados allí. Aunque están excavadas por el hombre, las tumbas escalonadas reclamadas por la naturaleza están en perfecta armonía con el medio ambiente. Mientras observaba esta área única, no pude evitar sentirme conmovido por la poderosa combinación de veneración histórica, naturaleza e intriga estética.
Ten en cuenta que las cuevas de Mandarado Yagura solo están abiertas los sábados, domingos y lunes, en primavera y otoño.
Templo Ganden-ji
Después de pasar un tiempo con las sombras del pasado, caminé de regreso a la parada de autobús de Midorigaoka Iriguchi y tomé un autobús local a la parada de autobús de Hisagi Higashi Koji, donde caminé unos siete minutos hasta el Templo de Ganden-ji. El tiempo total de viaje fue de aproximadamente de 25 minutos. Si el clima es bueno, puedes evitar el transporte público y optar por una caminata de 30 minutos.
Fundado en el siglo VIII, Ganden-ji es un templo Budista ubicado en la cima de una colina, y la segunda parada en la peregrinación Bando 33 Kannon. Al llegar, primero visité la sala principal del templo, ubicada a la izquierda de la puerta principal. El camino corto, bordeado de vida vegetal, estaba decorado con piedras con inscripciones japonesas y amenas estatuas y esculturas Budistas, lo que inmediatamente me tranquilizó. Con disposición tranquila, regresé a la puerta principal y me aventuré a subir más de cien escalones de piedra para llegar al antiguo salón principal. Una vez que llegué a la cima, fui recompensado con una vista impresionante del paisaje urbano de Zushi. La exuberante naturaleza se fundía con los tejados y se extendía hasta el resplandeciente mar.
La antigua sala en sí era igualmente fascinante y presentaba tallas de madera y faroles de piedra. Los bosques, las vistas al océano y las estructuras de los templos propician una serena atmósfera de reflexión.
Templo Jinmu-ji
Después me dirigí a Jinmu-ji, uno de los dos únicos templos budistas de la secta Tendai en la península de Miura. Desde Ganden-ji, caminé unos 17 minutos hasta la estación Zushi y luego tomé la línea Yokosuka hasta la estación Higashi-Zushi. Desde allí, caminé aproximadamente 20 minutos hasta el templo. Durante mi viaje caminé por tranquilas calles residenciales entrelazadas con la naturaleza, lo que ya predispuso un estado de relajación incluso antes de llegar al templo. ¡Asegúrate de usar zapatos para caminar, ya que la última parte de la caminata es completamente cuesta arriba!
Jinmu-ji es un templo del siglo VIII dedicado a la adoración en la montaña y construido en la base del Monte Jinmu-ji. En el momento en el que entré en el complejo del templo, fui instantáneamente transportado a un paraíso forestal. Al subir unas escaleras cortas, primero me dio la bienvenida un campanario de diseño tradicional. Tras unos instantes, seguí avanzando y me adentré más en el bosque, siguiendo la ruta principal. Aunque no pude visitar la sala principal, admiré el prestigioso edificio a través del follaje a lo largo del camino. Después de subir otra escalera de piedra revestida de naturaleza, pasé por debajo de una brillante puerta de madera color bermellón hacia la Sala Yakushido. Mientras estaba de pie entre las dos estructuras, un suave viento agitó las hojas, cantando una melodía que parecía llegar a mi corazón. A la izquierda del salón de madera, seguí un sendero cuesta arriba a través del bosque donde pude ver vislumbrar Zushi a mis pies. Gracias a los densos bosques y al entorno agradablemente silencioso, Jinmu-ji fue un destino refrescante que visitar.
Club.OCEANS
Para la última parada de mi viaje, por la tarde, me desvié de la peregrinación espiritual típica y me uní a una lección de SUP (Standup paddleboarding o surf de remo)en OCEANS.CLUB, ubicado directamente en Sagami Bay. Desde Jinmu-ji, caminé 19 minutos de regreso a la estación Higashi-Zushi y luego tomé la línea Yokosuka hasta la estación Zushi (tres minutos). Desde allí, caminé unos cuatro minutos hasta la parada de autobús de Zushi Eki y tomé un autobús local hasta la parada de autobús de Fujimibashi (cuatro minutos); allí, OCEANS.Club estaba a tan solo un minuto caminando.
Llegué 30 minutos antes de mi clase, por lo que me puse tranquilamente mi traje de baño y alquilé un traje de neopreno para mantenerme caliente. A la hora designada de la lección, seguí a mi instructor a través de una serie de estiramientos en la playa de Zushi para relajar mis músculos antes de la actividad. Con la fresca y salada brisa en mis mejillas y el canto relajante de la marea, sentí que mi mente y mi cuerpo se relajaban al mismo tiempo. Entonces, ¡me lancé al mar! Durante la lección, aprendí los conceptos básicos de SUP y exploré las tranquilas aguas. Aunque cambié los templos por el mar abierto, la actividad de varias horas actuó como una excelente manera de practicar mindfulness, ya que esto requería toda mi atención. Flotar bajo los cielos azules con el océano expansivo rodeándome, fue una forma perfecta de terminar mi exploración espiritual en Zushi.